martes, 22 de abril de 2014

El atún rojo


Los atunes rojos del Atlántico se cuentan entre los animales más rápidos del planeta, y también entre los que se extienden por una zona más amplia. Este pez puede llegar a medir más de tres metros y a pesar novecientos kilos, y alcanza velocidades de más de sesenta y cinco kilómetros por hora cuando persigue a sus presas o cuando es él quien intenta evitar ser capturado. Además, se sumerge a profundidades superiores a los novecientos metros. Estos animales migratorios llegan a cruzar el océano Atlántico, recorriendo una distancia de más de ocho mil kilómetros, y no sabemos cómo, pero se las arreglan para regresar a los mismos puntos una y otra vez a lo largo de toda su vida, que puede llegar a las cuatro décadas.

La científica marina Molly Lutcavage, que ha dedicado los últimos diecisiete años a estudiar esta especie, asegura que el atún rojo tiene unas características físicas extraordinarias que le permiten lograr hazañas como esa. Su cuerpo de líneas aerodinámicas están tan optimizado para nadar que un grupo de científicos financiados por el ejército estadounidense ha estudiado el atún rojo como modelo para los torpedos de la marina. Los atunes rojos toleran cambios de temperatura enormes, desde los veintisiete grados centígrados hasta los ocho, lo que les permite perseguir a sus presas hasta las profundidades, y cuentan con un sentido de la vista sofisticado y otros sistemas sensoriales que también funcionan en la fría oscuridad. La explicación a sus sorprendentes habilidades en materia de navegación sigue siendo un misterio. Según Lutcavage, podría ser que el agudo sentido del olfato de estos atunes les permita crear una especie de mapa químico del océano, pero también es posible que naveguen guiándose por las estrellas, o que sean capaces de detectar el campo magnético terrestre (los investigadores han descubierto que otra especie de atún, el de aleta amarilla o rabil, tiene magnetita en el cerebro, lo que podría facilitar la navegación magnética).


La tortuga Baula

La baula es la tortuga marina más grande del planeta. Vive en los mares tropicales y subtropicales y en la actualidad, enfrenta un inminente peligro de extinción. Vayamos hasta Costa Rica, uno de los lugares de reproducción más importantes para este reptil.
La baula puede alcanzar una longitud de hasta 2 metros y un peso superior a los 600 kilos.
La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza considera a esta tortuga marina una de las especies en mayor peligro de extinción.
En temporada de anidación, las hembras vuelven a sus lugares de nacimiento para desovar. Playa Grande en Costa Rica es uno de ellos, pero cada vez hay menos baulas que regresan para depositar sus huevos. Según los expertos, su reproducción es imposible en caso de que su número sea inferior a 50.
Además de los cambios climáticos y la desaparición de la playa debido a la subida del nivel del mar, las construcciones turísticas, la pesca indiscriminada y el consumo de sus huevos afectan considerablemente su reproducción. Los expertos estiman que, de continuarse por dicho sendero, la tortuga baula desaparecerá del planeta en unos 10 ó 20 años.



El delfín Irrawaddy

El Delfín del Irrawaddy posee una cabeza redondeada sin pico distintivo, y un cuello flexible. La coloración de su cuerpo puede variar desde un gris-azulado claro a oscuro, hasta un azul pálido. Si bien se encuentra agrupado junto con los delfines oceánicos, algunos grupos puedan vivir en el curso de varios ríos durante toda su vida (tal como el Ganges en la India). Esta especie se caracteriza por poseer una pequeña aleta dorsal de forma triangular con punta redondeada, posicionada en el centro de su dorso. Es un nadador lento - generalmente moviéndose en pequeños grupos. Es muy similar en la forma de su cuerpo a la Beluga y a la Marsopa sin aleta. Puede tener hasta 40 dientes en el maxilar superior, y hasta 36 dientes en el maxilar inferior.
Los Delfines de Irrawaddy pueden encontrarse en grupos de no más de seis ejemplares. Raramente se muestran sobre la superficie del agua, pero a veces pueden realizar saltos bajos y comportamientos de spyhopping (descriptos como el comportamiento en el cual asoman sus cabezas en forma perpendicular por sobre la superficie del agua), siendo conocidos también porque durante los mismo pueden escupir agua. Esta especie no nada en la proa de las embarcaciones, pero tiene una relación especial con los pescadores en los ríos Irrawaddy y Mekong, en donde dirigen los peces hacia las redes.



El hipopótamo pigmeo



El hipopótamo pigmeo (Choeropsis liberiensis) es un gran mamífero originario de los bosques y marismas de África Occidental. Su nombre específico significa «de Liberia», ya que es en este país donde vive la inmensa mayoría de ejemplares de la especie. Es un animal solitario y nocturno y, junto con el hipopótamo común que es mucho más grande, una de las dos únicas especies vivientes de la familia de los hipopotámidos.

Presenta numerosas adaptaciones al medio terrestre, pero al igual que el hipopótamo común, es semiacuático y vive en zonas próximas al agua con el fin de mantener su piel húmeda y refrigerarse de las altas temperaturas. Actividades tales como el apareamiento y parto se pueden realizar tanto en el agua como en tierra firme. Es herbívoro; se alimenta de helechos, otras plantas y frutos que encuentran en los bosques.

Es una criatura nocturna del bosque, razón por la cual es un animal difícil de estudiar en estado salvaje.  Se encuentran amenazados principalmente por la destrucción de su hábitat, ya que los bosques son eliminados y sustituidos por granjas y cultivos, por la caza —incluyendo la furtiva—, los depredadores naturales y las guerras.




La rana púrpura




Esta rana mide unos siete centímetros de largo, y su color violeta la caracteriza tanto como sus formas físicas. Nariz pequeña, ojos diminutos y cuerpo robusto diferencian a la rana de las demás especies conocidas (y eso que entre los anfibios encontramos especies realmente llamativas). Está relacionado genéticamente a las ranas de las Seychelles, y actualmente está en peligro de extinción.
La rana se encuentra amenazada por la pérdida de hábitat debido a las plantaciones de café, jengibre y cardamomo. Fue descubierta en el 2003 en la India (¡claro que sí!) y este es el único lugar del mundo en que habita


El colibrí




Esta preciosidad de ave, vive en el Amazonas peruano, en una zona no mayor de 2 mil kilómetros cuadrados. El macho tiene dos largas plumas ye es un animal muy raro. Su situación, es de peligro, porque los bosques son continuamente destruidos para el ganado y la extracción de leña.

Y como si fuera poco, los pobladores de ese lugar los cazan. Para ellos, atraparlo es un verdadero reto ya que vuela rapidísimo y lamentablemente, ésta especie no existe en ninguna área protegida.
Esperamos que a través de éste artículo, usted difunda el conocimiento de estas especies y lo importante que son para la vida natural, más que cuidar nuestra riqueza animal debemos aprender a valorar. Conoces alguna otra especia de animal endémico en vía de extinción?.. Cuéntanos ¿Qué crees que podamos hacer para mejorar su situación?.

La rana de Titicaca



Esta es una rana muy especial. Para empezar, no es anfibia, es estrictamente acuática y como nunca sale del agua, no necesita pulmones. No tiene branquias y de hecho, todos sus intercambios respiratorios los realiza a través de la piel. Las ranas del Lago Titicaca, son de gran tamaño y pueden llegar a medir alrededor de 25 centímetros de largo, con muchos pliegues en la piel a lo largo del abdomen, piernas, estómago y cuello.

Su coloración, puede ser variada, desde verde oliva con vientre de color melocotón, de color gris a negro, hasta con manchas en la espalda. Algunas incluso totalmente de color negro.